Cuando nos invitaron a formar parte de la mesa redonda “NUEVOS RETOS PARA LA ESCUELA Y EL CINE”, enmarcada dentro de las VIII Jornadas de Cine y Educación del Festival del Cine y la Palabra (CiBRA), nos sentimos muy agradecidos pero también algo perplejos.
Por una parte, compartíamos mesa con tres grandes profesionales. A los mandos de la mesa, Mercedes Ruiz (maestra, fundadora de Cero en Conducta y parte del equipo responsable del programa Cine y Educación en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España), y en parte culpable de esta invitación. Y compartiendo conocimiento y experiencias, Jordi Ojeda (Doctor ingeniero industrial. Profesor del Departamento de Empresa de la Universidad de Barcelona. Dirige un proyecto de divulgación de la ciencia y la tecnología utilizando como instrumento pedagógico los cómics, la literatura de ciencia ficción y el cine fantástico) y Cristina de Propios (Doctoranda con tesis dedicada al Arte y Robótica e Investigadora en la Universidad Complutense de Madrid. Divulgadora de ciencia y tecnología mediante el arte)
Por otra parte, Mercedes nos lanzó las siguientes preguntas: ¿Qué le pasa al currículum que no se acuerda de la Ciencia, de la Ciencia Ficción, del documental, del corto …en las denominadas STEM? ¿Cuándo le pondremos ya la A a ese STEAM?
Así que reflexionando sobre estas cuestiones, aportamos a este encuentro 3 razones por la que las Artes deben incorporarse en el curriculum educativo.
El 3,2% del PIB en España lo aportan los sectores de la Industria Cultura y Creativa, entre ellos el cine. El arte y la cultura no son sólo ocio, son empleo. Las vocaciones artísticas deben ser fomentadas y trabajadas desde las etapas escolares. Ser Directora, actor, guionista, montadora, productor, también es un trabajo y aporta el mismo valor que otras profesiones.
El cine y la cultura no sólo generan empleo en sus sectores, sino que son desencadenante de desarrollo económico para otros sectores, como el turismo, la hostelería o el comercio. El cine es un reclamo para el turismo cultural y fuente de riqueza para el desarrollo local.
Que no se nos olvide que 2021 ha sido declarado como el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible según las Naciones Unidas. La UNESCO habla de que “la creatividad es la industria del mañana” y “de su potencial para impulsar un desarrollo inclusivo centrado en el ser humano“:
Muchos de los proyectos emprendedores que llegan a Factoría desde distintas disciplinas y sectores tienen un enfoque pedagógico educativo, no sólo para niños y jóvenes, sino también para adultos. La formación para profesionales en habilidades blandas a través de las prácticas artísticas ha proliferado en los últimos años. Los cursos de formación más demandados por las empresas son de creatividad y resolución de problemas.
Hay ya muchas iniciativas que utilizan el teatro y la danza para desarrollar habilidades como la comunicación, la empatía, la confianza en uno mismo, el pensamiento crítico. Actividades basadas en lo escénico como Scape -room o role-playing son modelos que se venden a las empresas para mejorar el rendimiento y la cohesión de sus equipos.
Conclusión: generaciones completas de profesionales se han incorporado al mercado laboral sin contar con un bagaje de habilidades y competencias personales y interpersonales que se han demostrado a todas luces más valiosas que las habilidades técnicas para el desarrollo social y profesional.
Y ahora es primordial cubrir esa carencia. ¿No llegamos tarde? No conocemos herramientas que desencadenen más emociones y desarrollen más habilidades que las artes: ver una película, leer un libro, ver una obra de teatro, contemplar una obra de arte de un país lejano, escuchar música fomentan la empatía, el pensamiento crítico, las relaciones abstractas, el pensamiento flexible, la creatividad, la imaginación, la reflexión sobre otros contextos, culturas y situaciones que no son las mía; la reflexión sobre situaciones que antes eran invisibles para mí.
Uno de los grandes retos a nivel mundial es fortalecer la cohesión social y construir sociedades resilientes. A veces hablamos de sociedades resilientes como si fueran un ente autónomo, pero las sociedades no son más que el conjunto de las personas que habitamos este planeta. Para que la sociedad sea resiliente yo tengo que ser resiliente.
Para ser resiliente, entre otras cosas, debo ser consciente de mis limitaciones, debo ser capaz de asumir que me voy a encontrar con dificultades, que no voy a poder controlar todas las situaciones pero sí mis emociones y que hay una cosa que se llama “pedir ayuda”.
La resiliencia tiene que ver con el auto-conocimiento (uno de los primeros temas que se trabajan siempre en los cursos de Liderazgo) y con una salud mental fortalecida que me permita encontrarme y sentirme bien conmigo mismo.
Sin embargo, nos encontramos con titulares como éste: “La ansiedad rompe la vida de niños y jóvenes. Las urgencias psiquiátricas en menores se han disparado desde el inicio de la pandemia.” Y los psicólogos y psiquiatras coinciden en que este problema se agrava si no se verbaliza. Hay que ser muy valiente para tener 7,9, 12 años y decir que tienes miedo, o que no sabes lo que pasa pero que algo no va bien.
Las Artes pueden ser esa herramienta verbalizadora de la que hablan los expertos de salud mental. Las Artes pueden crear espacios donde se puedan abordar esos problemas, incertidumbres y ansiedades que viven los niños y jóvenes y a través de ellas expresar como se sienten, lo bueno y lo menos bueno.
Desde la comunicación de identidades distintas se puede aprender a comunicarse en comunidad pero desde la aceptación de lo que se siente y desde la valentía de poder expresarlo. Inevitablemente, esto influye en las relaciones que se establecen y en cómo me percibo a mi mismo, cómo percibo al otro y cómo se tejen redes de ayuda.
Si las Artes son fuente de empleo pero no se trabajan las vocaciones artísticas en la aulas ni hay referentes de profesionales que puedan servir para inspirar y para despertar interés sobre las distintas disciplinas, no tendremos una industria cultural fortalecida y generadora de empleo y talento, y estaremos desperdiciando una oportunidad de desarrollo económico y de creación de tejido.
Si no se utiliza el potencial de las artes para trabajar las habilidades personales, la cohesión social y la expresión en el aula repetiremos los mismos errores. Con 40 años, si has asumido el callarte por no provocar burla, si has aprendido a no desentonar por miedo a la crítica, si no te has permitido nunca mostrar fragilidad, no te lo va a enseñar nadie ni nada. Ya te pueden dar muchos cursos de pensamiento divergente que siempre va existir un freno para salirte de la famosa “caja”.
Festival CiBRA https://cibra.es/
Blog de Jordi Ojeda dedicado a la divulgación de las actividades del proyecto de investigación “CÓMIC, CIENCIA Y TECNOLOGÍA” http://comiccienciatecnologia.blogspot.com/
Página web con los trabajo de Cristina de Propios https://www.depropios.com/