La industria del directo se encuentra en plena trasformación. Son visibles los cambios que se han producido debidos a los efectos de la pandemia de Covid-19 y los cambios de hábitos de consumo, así como las transformaciones que se han producido debido a la digitalización. Pero el cambio climático, el debate sobre la sostenibilidad y el impacto medioambiental también han incidido directamente no solo en la creación de nuevos productos culturales sino también en nuevas maneras de exhibición y producción.
Desde las industrias culturales y creativas tenemos el reto de adaptar nuestros modelos a los retos medioambientales que vive nuestra sociedad. Este reto de transformación abre una ventana de oportunidad, que incide tanto en los materiales que usamos cómo en la manera de concebir la producción y la distribución de los productos culturales para que sean más respetuosos con el medioambiente.
Aunque no tenemos todas las respuestas para abordar los retos medioambientales vinculados al diseño de producto, las infraestructuras y la distribución, si tenemos identificados 8 retos de transición ecológica que la industria del directo tiene que abordar.
Ya sabemos que nuestra producciones y nuestros espacios han de ser más sostenibles. El reto no se limita a que utilicemos materiales más respetuosos, sino a utilizar menos y alargar la vida útil de nuestras producciones y los materiales. Esto se vincula al diseño de narrativas que requieran de menos producción escénica, donde la tecnología puede ser un gran aliado para generar nuevos soportes complementarios con el directo físico.
En un mundo ideal deberíamos ser capaces de producir un espectáculo con muy pocos elementos, respetando la obra y siendo coherente con el imaginario del autor. Pero al no ser posible en muchos casos, el reto es ir adaptándonos poco a poco. Si hemos de hacer una gran producción, no caigamos en el error de diseñar como un hecho efímero, sino concebirlo a base de elementos fácilmente adaptables para otras producciones. El reto no es solo producir con más materiales reciclables, sino evitar el círculo vicioso del diseño y producción de elementos escénicos que se almacenan y que no se vuelven a usar.
La pregunta sobre si la sostenibilidad medioambiental está confrontada con la cohesión territorial abre nuevas vías para la distribución escénica. ¿Es más respetuoso con el medioambiente que gire una obra o que gire un director de escena y adapte la obra de la mano con un elenco local?. ¿Con esto conseguimos el efecto contrario a lo deseado y la gente se desplazaría a los grandes focos de producción para ver a los grandes elencos?. ¿O ayudaría a desarrollar el talento local y a potenciar la oferta cultural en todas las localidades?
Los festivales presentan un modelo intensivo de consumo cultural, concentrados en unas fechas determinadas y en un único espacio físico adónde debe desplazarse el público. La economías de escala les hace más sostenibles, pero el uso intensivo de las infraestructuras les hace difícilmente sostenibles medioambientalmente. Para que los efectos positivos que provocan sobre la cohesión territorial y la descentralización de la oferta cultural, se deberá buscar modelos que tengan un menor impacto medioambiental sobre el territorio.
Otro reto estará en buscar el equilibrio y la convivencia entre el consumo en streaming y la experiencia en directo, haciendo coexistir un modelo que permita evitar desplazamientos y descentralizar el consumo del espacio físico, sin que con eso se desvirtúe el contenido ni perjudique a la sostenibilidad económica de la industria.
¿Cuántos espacios conocemos que se infrautilizan?. Las infraestructuras plantean el reto de cómo a través del uso intensivo de las mismas se eviten la generación de nuevas infraestructuras. Habrá que repensar soluciones que permitan utilizar intensivamente un teatro, los espacios de ensayo, un espacio de exhibición para con una misma infraestructura atender a más agentes.
La tecnología es un gran aliado para la generación de producciones más respetuosas con el medioambiente. Los escenarios digitales o con soportes digitales son más fáciles de desplazar que los grandes trailers.
Si hablamos de transformación de las infraestructuras y de los los espacios para hacerlos más sostenibles, todos tenemos en mente la climatización y la iluminación. Pero en la transición ecológica juega un papel fundamental el uso de los sistemas de gestión digitales que permitan optimizar los recursos. Por tanto, los equipos y profesionales deberán estar formados en habilidades digitales y de gestión de herramientas y plataformas digitales que permitan tomar decisiones más óptimas y sostenibles.