Abril de 2020. Un titular recogido en muchos periódicos nos llamó poderosamente la atención en aquellos meses de confinamiento severo: “Las autoridades sanitarias advierten que el arte y la cultura benefician seriamente su salud.”
Por primera vez, la oficina regional para Europa de las Organización Mundial de la Salud que por primera vez ha realizado un estudio a gran escala de 900 estudios científicos sobre los lazos entre el arte y la salud y el bienestar. Piroska Östlin, directora regional de la OMS para Europa, presentó las conclusiones del estudio subrayando que. “involucrarse en el arte, ya sea bailar, cantar o acudir a museos y conciertos ofrece una dimensión añadida a cómo podemos mejorar nuestra salud física y mental”. Y por primera vez, se hizo un llamamiento a los Gobiernos y autoridades a aplicar políticas que mejoren la colaboración entre los sectores sanitario y artístico.
¿Estamos ante una nueva vía donde la creatividad, la cultura y las expresiones artísticas pueden ser una verdadera herramienta para apoyar la promoción de la salud, prevenir enfermedades mentales y apoyar el tratamiento de enfermedades neurológicas, entre otras? Desde Factoría no queremos dejar pasar este tren, así que nos hemos embarcado con nuestros amigos de Cultura en Vena en un proyecto que aúna la lectura y la salud.
Según el Informe de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España en 2019, la lectura se valora muy positivamente, como una actividad que “ayuda a comprender el mundo que nos rodea”, que “contribuye a tener una actitud más abierta y tolerante” y se considera como una actividad estimulante, emocionante y que ayuda a ser más feliz.
En particular, la lectura en los niños tiene una serie de beneficios demostrados que ayudan a su desarrollo psicológico y emocional. Contribuye a ampliar y organizar el universo del niño, puesto que les ayuda a conocer el mundo que les rodea y también a sí mismos, además de acercarles al mundo real y a prepararles para futuras experiencias y situaciones.
La lectura también es una herramienta fundamental para el desarrollo de determinadas habilidades y competencias imprescindibles para el desarrollo psicosocial de los niños: creatividad, memoria, lenguaje y expresión, capacidad de abstracción, empatía, concentración, comprensión lectora y desarrollo de la personalidad.
Volviendo al estudio de la OMS, especifica que el efecto beneficioso de la cultura en la salud tiene una especial incidencia en la etapa infantil. Piroska Östlin, directora regional de la OMS para Europa, afirma textualmente que “los niños a los que los padres les leen historias antes de dormir tienen un tiempo de sueño más largo y mejor concentración en la escuela”.
En los últimos años se han realizado estudios clínicos que demuestran el valor de las prácticas literarias en diferentes patologías, por ejemplo en el ámbito oncológico: Historias que nos contamos: reflexión narrativa y el arte de la oncología (American Society of Clinical Oncology, 2013) o Cuentacuentos como parte de la rehabilitación del cáncer para apoyar a los pacientes con cáncer y sus familiares (Journal of Psychosocial Oncology, 2016). En el ámbito pediátrico, Cuentacuentos y su efecto sobre la ansiedad y los trastornos de conducta en niños sometidos a cirugía: un ensayo controlado aleatorio (Pediatric Health, Medicine and Therapeutics, 2019)
Lectura y escritura son dos caras de la misma moneda. Al igual que la primera, la segunda también presenta muchos beneficios. Como bien se explica en el blog La Piedra de Sísifo, la escritura ayuda a organizar el discurso interno, a entendernos mejor a nosotros mismos y al mundo que nos rodea, a desarrollar la creatividad y la capacidad para encontrar nuevas soluciones a los problemas, a reconciliarnos con el pasado o con el futuro, a superar temores o simplemente a redefinir nuestra historia.
La escritura como técnica terapéutica en diferentes patologías ha sido avalada en estudios científicos como Mujeres jóvenes con cáncer de mama: escribir blogs como herramienta sanadora (Nurs Palliat Care, 2017). Específicamente en pacientes infantiles, y de especial interés para esta propuesta, en 2019 se realizó el estudio El significado de los diarios personales para niños y familias en la unidad de cuidados intensivos pediátricos: un estudio cualitativo (Intensive Crit Care Nurs. 2018), en el que se exploran los efectos positivos de la escritura tras el alta hospitalaria sobre las experiencias de los pacientes y sus familias.
Gracias a las subvenciones para la Promoción de la lectura y de las letras españolas 2020 de la Dirección General del Libro y Fomento de la lectura del Ministerio de Cultura y Deporte, colaboramos con Cultura en Vena en la primera edición del programa Pequeños pacientes, grandes lectores.
Un proyecto de animación a la lectura para niños y jóvenes hospitalizados que tiene tres objetivos: conectar a los nuevos públicos con la lectura y la escritura; explorar la intersección entre la tecnología y la literatura, a través de distintos canales y soportes de lectura, y fomentar la lectura en entornos hospitalarios como vía y herramienta para mejorar el bienestar mental.
¿Y cómo lo vamos a hacer? Creando una biblioteca digital de cuentos creados por y para pacientes infantiles y juveniles, pudiendo los pacientes geriátricos disfrutar también de estos cuentos. A través de una serie de videotalleres de escritura creativa para la gestión de las emociones, vamos a fomentar la creación de cuentos por parte de niños hospitalizados. Estos cuentos se plasmarán en distintos formatos, tanto físicos como digitales (audiocuentos, cuentos digitales, exposiciones en centros hospitalarios), con el objetivo de que otros niños hospitalizados (o que vayan a estarlo en un futuro) puedan disfrutar de estas historias y ello les ayude a mejorar su estado anímico y a gestionar mejor sus emociones.
A través de estos videotalleres, los niños aprenderán los conceptos básicos de la escritura creativa y cómo poder utilizarlo para expresar sus emociones: miedo, alegría, tristeza, rabia, etc. Cada taller irá dando pautas a los niños para que vayan escribiendo los cuentos y expresando sus emociones, para mejorar su bienestar emocional diario y su adaptación a los entornos de incertidumbre.
Los niños podrán enviar sus cuentos como texto, pero además se invitará a los niños a acompañarlos de un archivo de audio con la lectura del cuento para poder crear una lista de Spotify gratuita y abierta para otros niños y personas mayores.
Y ésta es solo la primera fase. De la mano de Cultura en Vena, seguiremos trabajando para que esto sólo sea el inicio de un proyecto de impacto que pueda continuarse en el tiempo y ampliarse, llevando la cultura a todos los colectivos de todo el territorio nacional para puedan beneficiarse “seriamente” de la lectura y la escritura.