Ya dedicamos otra entrada en este blog a los programas de subvenciones, privados o públicos, en el que te mostramos un mapa de las estructuras de financiación de la cultura, dependiendo del perfil de tu proyecto y del riesgo que quisieras asumir como promotor del proyecto.
En este post nos vamos a centrar en sistemas, estrategias y productos de financiación especializados en las industrias creativas.
Hemos de reconocernos como sector que tenemos varias dificultades para financiarnos y, lo que es peor, para ser financiados.
Como consecuencia, o bien hay muy pocos instrumentos financieros para nuestra industria, o lo que hay son caros.
Si bien nuestra particularidad y nuestro valor añadido, está en el desarrollo de contenidos, no debemos de dejar de tener en cuenta cuáles son las estrategias estándares de cualquier inversión. Estos criterios los van tener en cuenta nuestros inversores/financiadores en sus análisis, por lo que nosotros debemos haber pensado en ellos también.
Existen criterios básicos de la valoración de la inversión y también existe un camino estandarizado del proceso de inversión. Por cada momento de maduración y como consecuencia del riesgo de un proyecto, hay diferentes instrumentos de financiación.
Así tendremos instrumentos diferentes para:
Queremos poner en valor y acercarte tres instrumentos específicos con los que cuenta nuestra industria, instrumentos que saben y conocen de nuestros riesgos y nuestra manera de operar, por lo que resultan de máxima utilidad:
Son aquellos agentes financieros que hacen de intermediarios entre el banco y el proyecto, y que emiten un aval a primer requerimiento para garantizar nuestros proyectos. Evitan al banco tener que aprender a tasar y valorar el riesgo de la cultura, permite a la banca generar créditos triple A (máxima calificación de la solvencia de un crédito), nos dan acceso a la banca con condiciones preferentes.
En España contamos con Crea SGR. Pero no olvidemos, las SGR son entidades financieras, por estar especializadas en cultura no dejan de ser estrictos en la gestión de riesgos.
Son un instrumento específico de financiación a la inversión. Permiten a inversores, patrocinadores y otros agentes generar un vehículo específico para invertir en proyectos culturales, con especiales condiciones fiscales, lo que permite que la inversión sea muy eficiente económicamente para el inversor. Este instrumento está estandarizado para la inversión en desarrollos audiovisuales (películas, series) y se está popularizando para la financiación de festivales de música y grandes giras de espectáculos en vivo.
Estas AIE son un instrumentos muy eficiente para vehiculizar la inversión/patrocinio privada, pero en la medida en que se ha de crear una figura jurídica independiente, son caros, por lo que no tienen mucho sentido para el desarrollo de proyectos emergentes. Sí para películas, videojuegos, giras, festivales, etc.
El reto, ¿por qué no llevarlo al desarrollo de exposiciones itinerantes o no? ¿por qué no financiar con él temporadas de teatro u otra institución?.
Estas plataformas se han popularizado para financiar proyectos culturales emergentes, ya están reguladas y cuentan con sustento jurídico público. Hay un largo número de ellas, os hablamos de tres plataformas que entendemos son muy eficientes en la financiación de la cultura:
Desde Factoría, seguiremos actualizando los instrumentos especializados de financiación de la cultura. Nuestro reto es impulsar más instrumentos de inversión como: