La planificación estratégica es una parte fundamental del proceso de crecimiento y consolidación de proyectos culturales. Pero la propia planificación también tienen un proceso para que obtengamos los resultados esperados, y el primer paso es realizar un análisis previo del proyecto y de la situación. Este diagnóstico previo nos permitirá abordar posteriormente la planificación de la programación y de la financiación de nuestro proyecto cultura.
Hemos pasado los dos últimos años en una gran crisis sanitaria que ha acelerado los procesos de digitalización y ha impactado directamente en los hábitos de consumos culturales, parte de ellos debido a las restricciones sanitarias y otros por la llegada de nuevos formatos digitales. 2022 se presenta como el año en el que afrontamos una vuelta a la normalidad, por lo que es un año clave para adaptarnos al nuevo modelo de consumos culturales.
¿Has reflexionado sobre cómo el entorno puede incidir en tu proyecto y de los recursos con los que cuentas para afrontar los nuevos modelos de consumo que ha adaptado tu audiencia y tu público?
Para empezar a plantear el proceso de planificación del 2022 deberemos hacernos varias preguntas sobre el entorno y el contexto en el que nos moveremos. El cómo resolvamos las mismas vinculan la estrategia a seguir de nuestros proyectos:
Nuestro consejo: estos fondos van a incentivar el dinamismo económico por lo que es el momento de buscar una planificación equilibrada entre seguir manteniendo nuestra programación y apostar por encajar nuestro proyecto en las oportunidades que generen estos fondos.
En Factoría siempre hemos abogado en dar la misma importancia a la post producción de los proyectos culturales que a la producción en sí misma. Es decir, dividir el proceso de producción cultural en tres fases: preproducción, producción y post producción (con la explotación de la huella digital). Es el tercer momento en donde hemos de analizar el impacto estadístico de nuestros proyectos y, sobre el mismo, aprender.
Para analizar nuestro impacto debemos tener previstas en la fase de preproducción las herramientas que vamos a utilizar para hacer la evaluación y qué información queremos obtener de nuestro público. Aquí es donde se demuestra la importancia del estudio de resultados de nuestras actividades y de la analítica de nuestras estadísticas.
Apoyándonos en nuestras estadísticas debemos de analizarnos y realizarnos las siguientes preguntas:
Nuestro consejo: siempre que puedas, apuesta por tener más de producto o servicio y más de un cliente, es mejor intentar diversificar para no asumir el riesgo que suponga la pérdida de un único cliente o una temporada de una comercialización más complicada de un único producto o servicio.
5. ¿Qué hemos producido y que podemos producir con los recursos que tenemos? Llega el momento de analizar nuestros productos, cómo han evolucionado y sobre todo, con relación a nuestra capacidad, que podemos hacer. Hay muchas veces que pecamos de sobreoferta sin profundizar en un producto, lo que provoca que no concentremos nuestra fuerzas en los productos que ofrecen más valor. Es mejor tener pocos productos y de éxito, que muchos productos con muy poco impacto.
En la próximas entradas continuaremos con el proceso de planificación estratégica y abordaremos cómo realizar la planificación de la programación y la planificación financiera.