Tendencias en la Industria Cultural 2024: Modelos de Negocio Culturales y Creativos

Los fondos Next Generation han supuesto un enorme impulso a la digitalización de las estructuras de gestión de la industria así como a la generación de nuevos modelos digitales. 

El trabajo de Factoría, como aceleradora de referencia en el mercado español, no solo se ha enfocado al impulso a proyectos netamente culturales, sino que ha trabajado en la intersección entre “turismo y cultura”, “tecnología y cultura”, “economía circular, sostenibilidad y Cultura”, entre otros.

Esta visión multidisciplinaria nos ha permitido tener una visión de fondo de la industria, la cual se ve influenciada por tendencias globales. Como son: 

1. El desafío de la concentración y generación de actores más solventes, que sean capaces de afrontar, no solo el reto de la producción, sino y sobre todo el reto de la distribución y comunicación. 
2. La necesidad de transformación de modelos. Hay sectores que ya han llegado a su madurez en cuanto a volumen de negocio,como podcast y videojuegos. Siendo imprescindible abandonar el modelo de la producción por la producción, a un modelo que prime la puesta en valor de la producción.  Hemos de abandonar el modelo de obsolescencia acelerada y hemos de transitar hacia modelos de obsolescencia programada o retardada de los productos culturales.
3. Transversalidad. Los modelos de negocio cada día son menos verticales y más horizontales, ya no solo hay productoras que solo producen proyectos de artes escénicas, por ejemplo, sino que compaginan la producción con: distribución, comunicación y la generación de sus propios canales de distribución (festivales) Esta transformación en horizontal está sucediendo en otras muchas disciplinas.
4. Economías de la aglomeración y la cultura. En España, junto con Alemania es el país más descentralizado de Europa, en donde la inmensa mayoría de las políticas culturales están transferidas, y se está produciendo un fenómeno contra intuitivo. Cuanto más se ha descentralizado la gestión de las políticas culturales, más se ha concentrado el sector privado y el consumo privado de la cultura en Madrid. Esto se está acelerando en los últimos años.  Resulta paradójico, si bien es un reflejo de lo que sucede en las grandes economías. 
5. Colaboración. Si bien ciertos productos culturales están saturados, otros sectores económicos están buscando colaborar con proyectos culturales, pensamos específicamente en el enorme impulso del Turismo Cultural y de la colaboración del patrimonio como destino turístico. Este sector, dominante del PIB en España, con un crecimiento sostenido tras la pandemia, está apostando por los sectores culturales como motor turístico, abriéndose un enorme canal de distribución de productos culturales.
6. Digitalización. En una economía desarrollada ya no tratamos la digitalización como un factor diferencial sino como un imprescindible para los sectores culturales, hemos transitado de un mercado en donde había unos proyectos digitales y otros que no lo eran, a un mercado en donde todos los proyecto culturales son digitales, pudiendo tener realidades físicas, 100% digitales o híbridas.
7. Las zonas lingüísticas. La digitalización ha provocado que gran parte de los mercados digitales vinculados a propiedades intelectuales se desenvuelvan en torno a zonas lingüísticas, y no tanto en torno a países. Eso supone que el producto cultural digital nace intencionalmente y como consecuencia ha de ser diseñado como tal.