La Fundación Godofredo Garabito y Gregorio
nos ha hecho una entrevista en la que hablamos de la importancia del
enfoque económico de los proyectos culturales y del valor de fijarse en
las oportunidades de financiación que surgen de la incidencia de la
cultura en otros sectores. Charlamos sobre las dificultades a las que se
enfrentan los proyectos de este sector para la consolidarse y crecer, y
de las oportunidades que vemos que existen en la industria cultural y
creativa. También hablamos de la innovación aplicada a la cultura y el
patrimonio y cómo la vemos nosotros. Entrevista.
CyL Importa. Todavía existe alguna reticencia en el
sector de la cultura a denominarse industria. Ustedes llevan ese término
hasta en la denominación de su proyecto. ¿Qué les dirían a esos
reticentes?
Antonio Bazán. Desde
Factoría, creemos que es un tema pasado. Es verdad que hace muchos años
se discutía que hubiera industria cultural sobre todo en el sector
escénico y de las Artes Visuales. El sector audiovisual o el del libro
nunca dejaron de percibirse como una industria. Pero a día de hoy no
creo que haya reticencias.
Eso sí, hemos de distinguir entre la figura del creador o el artista,
que es muy legítimo que no quiera convertirse en un industrial, y el
productor que tiene la necesidad de estructurarse como una empresa y
estar sujeto a las dinámicas de mercado que rigen cualquier actividad empresarial.
CI.
El enfoque económico, o mejor dicho empresarial, de los proyectos
culturales ¿es la única forma para tener un sector fuerte que sea
dinamizador económico del territorio?
AB.
Sin duda. El sector de las industrias creativas es un reflejo de
nuestro ecosistema empresarial. Tenemos la necesidad de
profesionalizarnos, digitalizarse, diversificar nuestras fuentes de
ingresos y ganar volumen.Tenemos que conseguir que nuestras empresas
culturales sean más robustas. Pero yo iría más lejos, las asociaciones
culturales y las fundaciones también tienen las mismas necesidades de
profesionalización que la industria cultural con ánimo de lucro. Tenemos
que conseguir que todo el tejido sea más sostenible.
CI.
¿Es la cultura y el patrimonio el último salvavidas para la España rural
azotada por la despoblación y la falta de oportunidades?
AB. La
despoblación tiene muchas aristas. Tiene que ver con la tercialización
de la industria, la concentración de población en grandes nodos, la
industrialización, robotización del campo, el envejecimiento de la
población y muchas cosas
más. Sin duda del patrimonio cultural como destino turístico y la
cultura en general pueden y deben ser unos de los motores que apoyen la
fijación de población y la atracción de nuevos públicos.
Un buen proyecto que no conoce nadie no va a ser sostenible. Y
un proyecto que no explota su huella digital no va a ser capaz de
generar una comunidad a su alrededor.
CI. Trabajan para acelerar proyectos culturales. ¿Cuál
es el principal escollo que suelen tener este tipo de proyectos para
crecer y consolidarse?
AB. El principal
problema que nos encontramos es el volumen de nuestras empresas pero
esto pasa en casi todos los sectores. España necesita empresas
culturales más grandes. El segundo está en la difícil valoración de las
propiedades intelectuales. Si no sabemos o podemos valorarlas no podemos
ir al sector privado bancario a financiarlas. Si tuviéramos todos claro
como se valora una propiedad intelectual y como se deprecia podríamos
financiar mucho mejor los proyectos creativos. Pero hemos avanzado
mucho. Ya tenemos sociedades de garantía recíproca, plataformas de
crowdfunding de recompensa, de equity, de crédito, programas de
incentivos fiscales, de apoyo a la producción de la industria
audiovisual y de la industria del directo, fondos especializados en cine
y en inversión de impacto. Estamos mucho mejor que hacer 15 años aunque
nos quede camino.
CI. ¿Qué requisitos debe cumplir un proyecto cultural para poder formar parte de sus programas de aceleración y emprendimiento?
AB. En
los programas de aceleración debe tener vocación de sostenibilidad,
llevar al menos 2 años de funcionamiento, con productos o servicios en
mercado. Y en los programas de emprendimiento debe tener planteamientos
claros en cuanto a los modelos de negocio. Nosotros apoyamos el hecho
económico que subyace de la creación no somos residencias de creación.
Hay muchas veces que el sector nos percibe como una residencia artística
pero no lo somos. Y por supuesto dedicarte a algunos de los sectores de
las Industrias Creativas.
CI. ¿Cómo funcionan estos programas, qué acompañamiento y asesoría van a encontrar?
AB. Son
programas que desarrollamos por capas: tenemos un programa de formación
y en paralelo mentorizamos los proyectos. También les ayudamos a
financiarse y acceder al mercado
Lo diferencial es que
solo hablamos de modelos, inspiraciones culturales, pero no hablamos de
Apple o Amazon, sino de proyectos culturales de la escala de nuestra
industria, que han triunfado o que han desaparecido, de estos aprendemos
incluso más que de un caso de éxito. Nuestros profesores o mentores son
profesionales en activo de la industria, en cargos de gestión, es
decir, conocen el día a día de las dificultades de gestión frente a los
modelos de contratación, requisitos de aforo, canales de distribución… y
son un medio para conectar los proyectos con la economía de valor de la
industria. Trabajamos en 12 verticales desde libro, música, patrimonio,
escena, moda… Nosotros entendemos que cada sector tiene diferentes
economías de valor y requiere mentores especializados en su propia
industria. Por último, no nos quedamos en formarte y asesorarte, damos
un paso más y ayudamos a financiar y acceder al mercado a los proyectos.
CI.
Esa financiación es clave. ¿Aprovecha el sector todas las líneas
públicas y privadas que hay para financiar buenos proyectos culturales o
todavía hay mucho desconocimiento de las ayudas disponibles?
AB. Nuestras
industrias suelen solo pensar en su sector específico y desperdician
una enorme ventana de oportunidades de financiación. Se olvidan de
pensar en la cultura y su incidencia en otros sectores aprovechando
oportunidades en cultura y economía circular, ecodiseño/moda, cultura y
turismo, cultura y patrimonio, cultura y medio rural, cultura y
tecnología o cultura y salud. Ahí tenemos el reto, pensarnos como uno de
los grandes creadores de valor añadido al resto de industrias.
CI. ¿Qué pasos debe seguir un proyecto cultural para conseguir salir adelante?
AB. Son
muchos factores necesarios. Desde Factoría destacaríamos cuatro puntos
fundamentales. Primero: Equipo. Tener un equipo equilibrado, no podemos
ser todos creativos y no tener gestores/comunicadores. Segundo: Plan de
negocio equilibrado, no podemos vivir solo de lo público o de un solo
cliente, necesitamos diversidad de ingresos, aspirar a tener un balance
sano Tercero: Volumen, necesitamos generar volumen, los proyectos
pequeños son mucho más débiles que los grandes. Cuarto: Comunidad. Hemos
de aspirar a tener una comunidad propia alrededor del proyecto, que
seamos capaces de movilizar y transformar en ingresos.
CI. Y por el contrario, ¿cuál es el mayor error que suelen cometer los proyectos culturales?
AB. Sin
ánimo de generalizar, suelen pensar en la producción del hecho
artístico y no es la sostenibilidad del hecho artístico. Otro error
habitual es no dar el peso que debe tener la comunicación y el
marketing. Un buen proyecto que no conoce nadie no va a ser sostenible. Y
un proyecto que no explota su huella digital no va a ser capaz de
generar una comunidad a su alrededor.
CI.¿Qué tipo de
proyectos culturales son ahora los que más oportunidades de financiación
pueden encontrar tanto públicas como privadas? ¿Qué demanda la sociedad
de este sector?
AB. Si nos preguntamos
por oportunidades. Tal vez todo proyecto que tenga una conexión con el
sector turístico o la tecnología. Si nos preguntamos qué nos demanda la
sociedad. Sería transferir la creatividad al resto de sectores de la
economía española.
Si nos preguntamos por oportunidades. Tal vez todo proyecto que tenga una conexión con el sector turístico o la tecnología.
CI. Factoría de Industrias Creativas es promotora del
Mercado de Industrias Creativas Europa LATAM. ¿Qué es este mercado y a
quién podrían interesarle estar presente?
AB. MIC
factoría, es un evento online, que tiene dos capas de valor añadido. La
primera tiene que ver con la inspiración, pretendemos que en nuestro
mercado puedas visualizar los proyectos más innovadores de las
industrias creativas en español. La segunda es un mercado digital que
propicia tener micro reuniones con agentes españoles y latinoamericanos
para generar los primeros contactos que nos sirvan para posteriormente:
Distribuir, encontrar socios, co-productores e incluso vendedores. Desde
factoría creemos que tanto el carácter inspirador como el componente
Networking generan valor a la industria.
CI. La industria
cultural de Castilla y León está compuesta esencialmente por colectivos,
pymes y micropymes con escasez de personal y recursos. ¿Qué
oportunidades hay para ellos?
AB. Enorme.
En España Castilla y León y Andalucía atesoran la enorme mayoría de
bienes patrimoniales del Estado. Si los agentes culturales
castellanoleoneses son capaces de conectar sus propuestas con el
patrimonio y el turismo tendrán éxito seguro. Además, son la cuna del
español, otro de los grandes motores económicos de la cultura en el
corto, medio y largo plazo. Oportunidades tienen todas las del mundo
pero han de ganar volumen y profesionalizarse si aspiran a la
sostenibilidad.
CI. ¿Cómo definiría la innovación aplicada a la cultura y el patrimonio?
AB. Por
un lado, generando nuevos productos culturales. Pongo algunos ejemplos.
Implementar la Inteligencia Artificial a las guías, audio guías,
atención al cliente de entornos patrimoniales o a los recomendadores
culturales/turísticos. Implementar la realidad inmersiva a la
experiencia de las visitas con el dispositivo móvil o con gafas de VR. O
aprovechar los avatares digitales y las voces sintéticas para generar
contenidos multi idioma. Por otro, ser capaces de paquetizar los
productos culturales patrimoniales y distribuirlos en los mercados
emisores. Y por último, explotar las otras patrimoniales del patrimonio:
paisaje, patrimonio inmaterial o gastronomía generando experiencias 360
grados.
CI. ¿Faltan proyectos innovadores en nuevas
tecnologías aplicadas a la cultura en España o hay cantera de proyectos
que van a sorprender en los próximos años?
AB. Proyectos
hay muchos, lo que no tengo claro es que haya proyectos con buenos
planes de negocio y con capacidad de distribución. Veremos los próximos
años qué se consolida.
CI. Y una última pregunta. En su opinión, ¿cuál es la asignatura pendiente de la industria cultural española?
AB. Poner en valor nuestro patrimonio cultural, material e inmaterial. Poner en valor el español como motor económico. Y también el desarrollo de la industria privada de financiación cultural.