Pablo Laporte
Fundador y director de Madrid Story Club
Si por algo se caracteriza un
emprendedor cultural y creativo es por creer en su proyecto y por
conocerlo muy bien, ya que lo ha creado. Pero una vez que tenemos
nuestro proyecto en marcha, no basta con nuestra confianza y nuestro
conocimiento. Es necesario que los demás también lo entiendan y confíen
en él para que lo puedan comprar, consumir, colaborar o financiar.
Te
ayudamos a crear la narrativa de tu proyecto cultural y creativo para
hacer que le importe a tu audiencia. Antes de empezar hazte una
pregunta: cuando hablas de tu proyecto, ¿estás hablando a tu audiencia y
sobre los problemas que tienen?
Sigue estos 4 pasos para construir tu relato de marca:
1. Define tu marco narrativo o universo
Piensa que tu proyecto fuera una película y fueras a escribir las primeras escenas. ¿Dónde quieres llevar a tu audiencia?
El marco narrativo es el punto de partida desde el que desencadenamos
nuestra historia y da coherencia y sentido a todos los mensajes de
nuestro proyecto, tanto si es para un pitch comercial como si son copys
para redes sociales.
Piensa
en tu mercado y en qué problema tiene o que área de mejora has
detectado. Tu audiencia tiene que percibir que conoces tu sector y que
tu proyecto es una respuesta o solución a un problema existente. Y no
tengas miedo a dar tu punto de vista sobre el mercado. Es tu universo y
puede contener un grado de subjetividad.
2. Incorpora una causa o conflicto
Una historia no es historia hasta que no hay un problema. No
existe historia sin que a alguien le pase algo, sin que alguien se
proponga un reto o tenga un problema que resolver. Y cuando ese reto o
problema saca al personaje de su zona de confort o rutina.
Piensa
en tu tipo de conflicto: persona contra persona; persona contra sí
misma; persona contra la sociedad o persona contra la naturaleza. Estos
son los 4 tipos de conflicto universales. ¿Contra quién luchas en tu
proyecto?
3. Elige el personaje
Si no puede haber historia sin conflicto, tampoco puede haber
historia sin personaje. Hay tres tipos de personajes entre los que
puedes elegir:
- tu como emprendedor o emprendedora (determinadas marcas han triunfado gracias a la figura de su impulsor o fundador)
- tus
clientes, utilizando las historias de tus clientes para contar cómo
eran antes de usar tu producto o servicio cultural y cómo son después
- tus aliados y colaboradores
Juega también con el concepto del “arco de transformación”. En
las historias, los personajes comienzan siendo de una manera, pero
gracias a vivir la aventura y el conflicto, se transforman y terminan
siendo de otra manera.
Por ejemplo, si decides ser el propio
personajes de tu historia, piensa cómo eras antes de tu proyecto, en qué
momento detectaste la oportunidad, en qué momento te pusiste manos a la
obra y en quién te has convertido tras resolver el reto o problema. Y
vete un paso más allá: en quién te vas a convertir cuando tu proyecto
crezca y escale.

https://www.behance.net/gallery/12902287/Breaking-Bad-Transformation-of-Walter-White
4. Desarrolla el mensaje
El objetivo de tu historia tiene que ser mandar un mensaje a
tu audiencia, a tus clientes y aliados. Cada vez que vayas a hacer una
comunicación o presentación (online u offline) de tu proyecto, piensa si
este mensaje está implícito o no. Si no lo está, debes replantear tu
comunicación para incorporarlo.
El mensaje suele ser una frase
muy concreta y concisa, una afirmación que en sí misma constituye una
verdad (con su parte de subjetividad, ya que es tu verdad).
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