Por nuestra experiencia en el desarrollo de programas de aceleración para proyecto culturales y creativos, sabemos lo importante que es ofrecer a estos proyectos modelos, productos y estrategia que vayan más allá de lo artístico y que puedan atender sus necesidades de crecimiento y financiación de tesorería.
a dedicamos otra entrada en este blog a los programas de subvenciones, privados o públicos, en
el que te mostramos un mapa de las estructuras de financiación de la
cultura, dependiendo del perfil de tu proyecto y del riesgo que
quisieras asumir como promotor del proyecto.
En
este post nos vamos a centrar en sistemas, estrategias y productos de
financiación especializados en las industrias creativas.
Contexto
Hemos de reconocernos como sector que tenemos varias dificultades para financiarnos y, lo que es peor, para ser financiados.
- Nosotros
trabajamos sobre intangibles, sobre el desarrollo de propiedades
intelectuales, y hay una enorme dificultad en tasar y valorar estos
proyectos. Sin una valoración estandarizada y reconocida por el Banco de España, el intangible nunca podrá ser reconocido como garantía para aminorar riesgos bancarios.
- Ésta
es la pescadilla que se muerde la cola. Como hay pocas financiaciones
de intangibles porque no se reconoce como garantía el producto en sí
mismo, hay poco histórico de operaciones y, como consecuencia, no hay experiencia en la financiación de estos productos.
- Y
si nos enfrentamos a proyectos emergentes es mucho más difícil, ya que
producen propiedades intelectuales, con las dificultades de valoración
que ya conocemos. Porque los diseños de estructuras de financiación de
startups y proyectos emergentes no están diseñados para la producción de
contenidos, están diseñados y pensados para la producción de
tecnologías.
Como consecuencia, o bien hay muy pocos instrumentos financieros para nuestra industria, o lo que hay son caros.
Criterios básicos
Si bien nuestra particularidad
y nuestro valor añadido, está en el desarrollo de contenidos, no
debemos de dejar de tener en cuenta cuáles son las estrategias
estándares de cualquier inversión. Estos criterios los van tener en
cuenta nuestros inversores/financiadores en sus análisis, por lo que
nosotros debemos haber pensado en ellos también.
- Tengamos clara la ecuación entre riesgo de la propuesta, rentabilidad estimada y recursos que
necesitamos. Como es lógico, cuanto más riesgo tiene un
inversor/financiador, menos dinero con una rentabilidad más alta querrá
destinar. Y viceversa, cuanto más seguro, menos rentabilidad y más
dinero.
- Asumamos que no hay un instrumento homogéneo para la financiación de
nuestro proyecto. Dependiendo de su estado de maduración podremos
acceder a un tipo de instrumento u otro, es decir, cuanto más madure el
proyecto menos riesgo tendremos y podremos acceder a más financiación
- Hemos de tener en cuenta también al sector y al público al que va dirigido. Si
producimos una propiedad intelectual escalable e internacionalizable,
siempre nos será más fácil. Por ejemplo, el teatro clásico en español
tiene un nicho, el teatro no textual producido en España tiene otra
escala. Como consecuencia, cuanto es mayor la capacidad de escalabilidad
más fácil tendremos el acceso a recursos
- También hemos de tener claro la importancia de la generación de caja y de los productos derivados.
Es una traslación práctica de la gestión de riesgo, si plantea un
proyecto que va a generar caja pronto siempre será más fácil
financiarlo. Si desarrollas un producto que puede ser comercializado en
varias formas, vías o mercado, tendrás un riesgo menor y será más fácil
la obtención de inversión.
- Y, por último, no olvidemos la gobernanza de nuestros proyectos.
Normalmente nos centramos en el producto, pero tiene tanta importancia
como el resto: la composición de los equipos, los pactos de accionistas,
la estructura de gestión, etc.
Camino de la inversión
Existen criterios básicos de
la valoración de la inversión y también existe un camino estandarizado
del proceso de inversión. Por cada momento de maduración y como
consecuencia del riesgo de un proyecto, hay diferentes instrumentos de
financiación.
Así tendremos instrumentos diferentes para:
- Fase I.- nacimiento y generación de producto, 100% de riesgo y como consecuencia pocos instrumentos.
- Fase
II.- salida a mercado y creación de parámetros medibles. Si ya tenemos
el producto en el mercado aunque sea un prototipo y conseguimos tener
alguna medición, ya podemos aspirar a financiaciones más especializadas.
- Fase
III.- crecimiento y escalabilidad. A partir de tener mediciones de
audiencias, consumos e impacto, ya podemos escalar el proyecto.
- Fase IV.- consolidación del modelo
Instrumentos específicos
Queremos poner en valor y
acercarte tres instrumentos específicos con los que cuenta nuestra
industria, instrumentos que saben y conocen de nuestros riesgos y
nuestra manera de operar, por lo que resultan de máxima utilidad:
1. Las sociedades de garantía recíproca de la cultura
Son aquellos agentes
financieros que hacen de intermediarios entre el banco y el proyecto, y
que emiten un aval a primer requerimiento para garantizar nuestros
proyectos. Evitan al banco tener que aprender a tasar y valorar el
riesgo de la cultura, permite a la banca generar créditos triple A
(máxima calificación de la solvencia de un crédito), nos dan acceso a la
banca con condiciones preferentes.
En España contamos con Crea SGR.
Pero no olvidemos, las SGR son entidades financieras, por estar
especializadas en cultura no dejan de ser estrictos en la gestión de
riesgos.
2. Las Asociaciones de Interés Económico
Son un instrumento específico
de financiación a la inversión. Permiten a inversores, patrocinadores y
otros agentes generar un vehículo específico para invertir en proyectos
culturales, con especiales condiciones fiscales, lo que permite que la
inversión sea muy eficiente económicamente para el inversor. Este
instrumento está estandarizado para la inversión en desarrollos
audiovisuales (películas, series) y se está popularizando para la
financiación de festivales de música y grandes giras de espectáculos en
vivo.
Estas AIE son un
instrumentos muy eficiente para vehiculizar la inversión/patrocinio
privada, pero en la medida en que se ha de crear una figura jurídica
independiente, son caros, por lo que no tienen mucho sentido para el
desarrollo de proyectos emergentes. Sí para películas, videojuegos,
giras, festivales, etc.
El
reto, ¿por qué no llevarlo al desarrollo de exposiciones itinerantes o
no? ¿por qué no financiar con él temporadas de teatro u otra
institución?.
3. Las plataformas de gestión de comunidades.
Estas plataformas se han
popularizado para financiar proyectos culturales emergentes, ya están
reguladas y cuentan con sustento jurídico público. Hay un largo número
de ellas, os hablamos de tres plataformas que entendemos son muy
eficientes en la financiación de la cultura:
- Crowdfunding de Equity, y como ejemplo La Bolsa Social.
Esta plataforma está dirigida a proyectos de impacto social vinculados
con la cultura. Hablamos de inversores que entran en el accionariado,
por lo hay que asumir que el proyecto se abre a la opinión y la
estrategia de terceros.
- Crowdfunding
de lending, que son préstamos emitidos por una comunidad de
inversores. Ahora se están adentrando a invertir en proyectos
culturales con la garantía de Crea SGR. Un ejemplo es Grow.ly
- Crowdfunding de recompensa. Nosotros seguimos siendo fieles a nuestros amigos, la familia Salas y su plataforma verkami,
los pioneros en implementar el crowdfunding para proyectos culturales
en España. Una mezcla entre inversión, dinamización de comunidades y
comunicación.
Desde
Factoría, seguiremos actualizando los instrumentos especializados de
financiación de la cultura. Nuestro reto es impulsar más instrumentos de
inversión como:
- el desarrollo de fondos de inversión especializados
- el desarrollo de agregadores/distribuidores de proyectos culturales que financien desarrollos