a
gastronomía es uno de los sectores con más potencial de crecimiento y
que más ha contribuido a situar a Madrid como ciudad referente en
términos de atracción de turismo, tanto nacional como
internacionalmente. El 17% de los turistas afirman que visitan nuestra
ciudad por su gastronomía, es el segundo motivo por el que se visita
Madrid, por detrás del patrimonio y los museos. Además, la gastronomía
madrileña es, después del comercio, lo más demandado y valorado por los
turistas.
Y cuando hablamos de turistas, no estamos hablando sólo
de ocio, sino también del turismo de negocios, situándose Madrid como
ciudad europea puntera a la hora de ser seleccionada como lugar para
realizar congresos y eventos internacionales.
La gastronomía
contribuye en gran medida a potenciar la Marca Madrid, atrayendo turismo
que beneficia también a otros sectores económicos como el comercio, el
transporte, cultura y ocio, entre otros.
Retos a los que se enfrenta el sector de la hostelería
La pandemia originada por el COVID-19 se ha traducido en un
panorama de incertidumbre para el sector de la hostelería y la
gastronomía, acuciado por los cambios de hábitos de consumo y por la
incertidumbre económica. El sector de la restauración se enfrenta a
varios retos derivados de la nueva situación, pero también a retos que
ya estaban presentes antes de la pandemia y que se han acelerado con la
misma.
Podemos hablar de 6 grande retos y tendencias que marcarán el futuro del sector:
1. Reparto de comida a domicilio
Las restricciones sanitarias y el cierre de la hostelería han
provocado un aumento en la demanda de comida a domicilio, por lo que
muchos restaurantes ya se han decantado por incluir esta nueva
tendencia, compatibilizándola con su modelo tradicional. También han
surgido nuevos negocios exclusivamente centrado en el reparto a
domicilio o en preparar comida para llevar.

Hay que prestar especial atención al fenómeno surgido
recientemente de las Dark Kitchen, un modelo que ya tiene recorrido en
otros países y que acaba de aterrizar en nuestro país, soportando una
estructura de costes mucho más liviana que la un restaurante o bar
tradicional.
Uno de los retos que tendrá que superar este modelo
de reparto a domicilio será el de aumentar el radio al que se puede
llegar, algo que ya está empezando a presentar soluciones como recetas
al vacío con más plazo de caducidad.
2. Elaboración de comida a domicilio
Durante los meses de confinamiento, donde la movilidad estaba
totalmente restringida y los ciudadanos estaban confinados en sus
viviendas, se volvió a cocinar en casa y a retomar el gusto por elaborar
nuevos platos y recetas. Esta tendencia parece que ha gustado y también
aprovechándose de los servicios de reparto a domicilio, proliferan los
restaurantes o empresas que comercializan envío de productos de calidad
para elaborar platos o bien elaboraciones culinarias semi-completas,
donde la propuesta es convertir al consumidor en un chef gourmet
teniendo que realizar determinados pasos para finalizar la elaboración.
Destacan
también la aparición de plataformas y apps con experiencias culinarias
en vivo, donde desde su casa el usuario puede elaborar un plato
siguiendo las indicaciones en vivo de un experto o chef.
3. Adaptabilidad de los espacios para cumplir la normativa sanitaria y ofrecer seguridad a los clientes.
La información que nos llega de los expertos sanitarios y
científicos sobre la pandemia nos arrojan un futuro a corto y medio
plazo donde deberán mantenerse los hábitos de higiene y medidas de
distancia. Por lo tanto, los locales de restauración deberán adaptar sus
espacios para cumplir la normativa a la vez que atraen de nuevo a
clientes que se sientan seguros en espacios interiores.
Es
previsible que se mantenga la tendencia de las terrazas, si bien ello
también supondrá adaptaciones de los entornos exteriores, sobre todo de
cara al invierno. Esta apuesta por la gastronomía al aire libre está muy
relacionada con el impacto medioambiental que tienen las estufas o
calefacciones y que en algunos otros países (como Francia) han sido
prohibidas como medida de lucha contra el cambio climático.
4. Nuevas tendencias gastronómicas
El sector de la restauración deberá estar preparado para
responder a los nuevos gustos y hábitos alimentarios de los
consumidores, incorporando en sus menús elaboraciones pensadas para
estilos de vida veganos, vegetarianos, pero también para clientes que
tengan intolerancias alimentarias cada vez más comunes, como al gluten o
la lactosa.

Por otra parte y también acrecentado por la pandemia, existe
una mayor preocupación de la ciudadanía por su salud, siendo más
conscientes de lo que comen y de su calidad, por lo que cobra especial
relevancia la información nutricional y propuestas sabrosas e
innovadoras pero más saludables.
Además, en este punto incide
también la preocupación de los ciudadanos por la sostenibilidad y el
impacto medioambiental, existiendo un grupo cada vez más numeroso de
consumidores y clientes que abogan por productos ecológicos, apoyo a
productores locales y preferencia por productos de temporada.
5. Nuevos canales de comercialización y distribución
El descenso de ventas directas en locales debido a los
cierres, las restricciones de ocupación y la pérdida de clientes que no
se sienten seguros todavía, obliga al sector a buscar nuevas vías y
canales para poder mantener su facturación y seguir llegando al público.
Existen
ya ejemplos de chefs que han llegado a acuerdos con firmas de
distribución y venta de productos para poder comercializar sus recetas y
elaboraciones, llevando su producto a los lugares donde el consumidor
sí va a ir.
6. Digitalización de la experiencia de usuario
Si bien está muy extendida la digitalización en cuanto a la
gestión interna no lo está tanto en cuanto a la experiencia de usuario.
Extender la digitalización en todos los puntos de contacto entre el
cliente y el servicio permitirá mejorar y personalizar la experiencia,
así como agilizar procesos y obtener datos que permitan fidelizar al
cliente.
Conclusión: parece que los retos
del sector pasan por conocer en profundidad los nuevos hábitos y gustos
de los consumidores para poder idear, diseñar y ofrecer nuevas
soluciones, modelos y productos que satisfagan sus necesidades. Sin
olvidar la importancia determinante que juegan la tecnología y el
impacto medioambiental, igual que ya está pasando en otros sectores.
Habilidades blandas y competencias más demandas en el mercado y en la hostelería
Si durante unos años las competencias duras y específicas de
un puesto de trabajo fueron las más demandadas y fomentadas en el
mercado laboral, en los últimos 10 años hemos visto como las habilidades
blandas han cobrado tanta importancia como las anteriores.
Los
entornos vuca (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos) requieren de
empleados preparados para adaptarse a nuevos cambios y retos, para
trabajar en equipos multidisciplinares que permitan a las organizaciones
ser más competitivos y a contar con talento que aporte valor añadido a
la organización y la permitan trabajar en ciclos continuos de
innovación.
Cabe destacar la importancia que la formación cobra en
el futuro de la hostelería. Además del evidente impacto de la
digitalización y de la necesidad de conocer nuevas herramientas, las
habilidades blandas van a jugar un papel estratégico. Así, Joxe Mari
Aizega, director de Basque Culinary Center considera que “Ante la
dificultad, si tienes buena formación serás capaz de pensar en
estrategias. Si no la tienes, una posibilidad es que te bloquees y no
veas la luz. Para salir de la crisis y buscar alternativas la formación
es clave”
La Basque Culinary Center
ya incorpora en el diseño de sus nuevos programas de formación el
desarrollo de los rasgos personales y las competencias que debe tener un
graduado a través de formaciones en gestión de equipos, estrategias
económico-financiera o análisis del comportamiento del mercado. Y entre
todas las habilidades, consideran como indispensable la resilencia.
Por
tanto, si nos centramos en la hostelería, encontramos con que la
mayoría de las recomendaciones acerca de las habilidades blandas más
importantes para este sector se centran en las que están estrechamente
vinculadas con el cliente y con la organización del trabajo.
La pandemia ha alterado los hábitos de consumo de
los usuarios, lo cual exige el inmediato cambio y adaptación del
ecosistema de la hostelería y gastronomía a los mismos. Algunos de estos
hábitos no serán perdurables en el tiempo pero otros parecen que pueden
mantenerse, por lo que el futuro exigirá una capacidad de flexibilidad y de adaptación al cambio mucho más pronunciada que en épocas anteriores.
Por
tanto, la competitividad del sector de la hostelería en Madrid
dependerá de contar con profesionales capaces de adaptarse a entornos
cambiantes, híbridos y a ofrecer una calidad inmejorable a cada tipo de
perfil de cliente con sus distintos gustos y necesidades, lo cual
significa que deberán entender y conocer la experiencia de cliente.
GastroEmplea Madrid
Teniendo en cuenta que durante los años 2020 y 2021, y a consecuencia de la crisis provocada por la COVID, el sector de la hostelería y gastronomía en España ha sufrido unas pérdidas de 70.000 millones de Euros (85.000 negocios han cerrado definitivamente y más de 236.000
empleados han sido despedidos) y como respuesta al os nuevos retos a
los que se enfrenta el sector, se pone en marcha el piloto de
GastroEmplea Madrid, impulsado por la Agencia para el Empleo del Ayuntamiento de Madrid y dirigido por el IED Innovation Lab. Y desde Factoría encantados de colaborar y poner nuetro granito de arena.
GastroEmplea Madrid es un programa diseñado para ofrecer herramientas y habilidades en las necesidades más estratégicas del sector: transformación digital, habilidades blandas y sostenibilidad. Dirigido a personas desempleadas del sector y a trabajadores por cuenta propia y ajena vinculados al sector de la hostelería de Madrid capital.
3 semanas para trabajar en retos reales que demostrarán la capacidad y la utilidad del entrenamiento. 3 módulos (calentamiento, entrenamiento y alto rendimiento) para trabajar y desarrollar habilidades personales; habilidades para el entorno interno; habilidades para el entorno externo.
Es
necesario empezar a entender las habilidades no como parcelas separadas
sino como habilidades interconectadas (no se puede hablar de trabajo en
equipo sin hablar de empatía ni orientación a resultados), y no se
puede hablar de habilidades sin poner el foco en el destinatario final:
el consumidor.